Las fuentes de la sierra de Alceo manan justo en el plano donde contactan las formaciones Láncara y San Emiliano. Ambas formaciones están constituidas por rocas de naturalezas muy distintas, por lo que sus propiedades también son muy diferentes, lo que ha condicionado el modo en que el agua circula por el subsuelo. En realidad, el plano en el que contactan ambas formaciones es un “plano de cabalgamiento”; por eso, las fuentes de la sierra de Alceo sirven de referencia para conocer la ubicación del plano sobre el cual se desplazaron las dos grandes escamas que configuran el valle de Arbas.