En el valle de Arbas se aprecia un buen ejemplo de cabalgamiento: durante la orogenia Varisca, las rocas de la Formación Láncara fueron desplazadas en bloque desde una región muy distante, y acabaron siendo situadas sobre las formaciones carboníferas. De este modo, el “bloque cabalgante”, constituido por rocas más antiguas, se situó sobre el “bloque cabalgado”, formado por rocas más modernas. Los cabalgamientos son muy frecuentes en la cordillera Cantábrica, pero pocos lugares permiten reconocer este tipo de fracturas de un modo tan ilustrativo como el valle de Arbas y el mirador del túnel de Alceo.