Los cabalgamientos
Las fuerzas generadas durante la orogenia Varisca provocaron la aparición de grandes fracturas en las rocas y el desplazamiento de los bloques generados. En la cordillera Cantábrica surgieron con frecuencia un tipo de fracturas que, en gran medida, son responsables de la compleja estructura interna de este sistema montañoso: los “cabalgamientos”. Las rocas fueron sometidas a enormes fuerzas de compresión, que las deformaban. Cuando se superaba la capacidad de resistencia de las rocas, aparecían fracturas, algunas de dimensiones kilométricas. Estas fracturas dividieron las rocas en numerosos fragmentos o “escamas”. Bajo la acción de las incesantes fuerzas de la orogenia, una escama podía situarse por encima de otra contigua, es decir, la “cabalgaba”, y desplazarse sobre ella siguiendo un “plano de cabalgamiento”, en ocasiones a lo largo de muchos kilómetros. Una vez completado el cabalgamiento, las dos escamas aparecen apiladas y las formaciones que las constituyen parecen repetirse.
Estos cabalgamientos son los responsables de que en la cordillera Cantábrica se perciba una constante repetición de las mismas formaciones en áreas más o menos cercanas. Además, los cabalgamientos sitúan rocas más antiguas sobre otras más modernas.
