El ácido carbónico sí es capaz de disolver el carbonato de calcio de las calizas, aunque debido a su ligera acidez y a las bajas concentraciones que alcanza, lo hace de un modo relativamente lento. Cuando el ácido carbónico entra en contacto con las calizas, se combina con las moléculas de carbonato de calcio y el resultado es la formación de varios iones solubles en agua.