Los ciclotemas
Las zonas pantanosas de la cuenca carbonífera de La Magdalena recibían grandes cantidades de sedimentos desde la cordillera recién formada a través de los ríos. Sin embargo, ni el ritmo con que esto ocurría ni el tamaño de los sedimentos fueron uniformes a lo largo del tiempo. Las variaciones periódicas en el régimen de lluvias y otros factores relacionados con la elevación de la cordillera, hicieron que los sedimentos aportados fueran variando: a veces eran de gran tamaño, como los cantos rodados; otras, apenas del tamaño de un grano de arena; e incluso otras, partículas mucho más pequeñas. En la actualidad, estos sedimentos aparecen organizados en secuencias que se repiten, denominadas “ciclotemas”. Un ciclotema típico consta de conglomerados en la base (formados por cantos redondeados), seguidos de areniscas (formadas por partículas del tamaño de un grano de arena) y, finalmente lutitas (formadas a partir de limos). Es habitual que el carbón esté ligado a esta últimas. No es raro, sin embargo, que algún ciclotema esté incompleto y carezca de alguno de estos tipos de roca.
