A mediados del Carbonífero tuvo lugar la orogenia Varisca: como consecuencia de la colisión de los dos continentes que delimitaban la cuenca marina, los sedimentos que ocupaban su fondo fueron elevados, plegados y fracturados. Surgió así una primitiva cordillera Cantábrica y, las capas que originalmente tenían una posición horizontal en el fondo de la cuenca, adoptaron una posición vertical (3). Este proceso fue reforzado durante el Paleógeno, cuando tuvo lugar una nueva orogenia, denominada “Alpina”. Después, la erosión eliminó gran parte de las rocas que constituían el afloramiento de Piornedo, dejando al descubierto un magnífico conjunto de ripples que se formaron en aquel arcaico mar del Carbonífero, y que en la actualidad se observa en la superficie de algunas capas (4).