Durante la primavera y el verano los pastizales de las faldas de las Ubiñas están en plena producción vegetal. Este hecho fue determinante para la economía local, tradicionalmente basada en la ganadería. Durante estos meses es habitual hallar en los prados babianos rebaños de vacas y caballos hispano-bretones, una raza equina muy bien adaptada a las particulares condiciones de estos valles. Antaño eran los rebaños de merinas trashumantes los que ocupaban los puertos todo el verano.