Los glaciares rocosos pueden clasificarse en función de su morfología y de su posición dentro de los circos glaciares (bajo los escarpes laterales, en el fondo, etc.). En la cordillera Cantábrica existen tres tipos básicos de glaciares rocosos, así como múltiples formas intermedias. Estos tres tipos básicos están bien representados en el macizo de Valdeiglesia y en su entorno más inmediato.