Una formación recién descrita
Muy cerca del final del Ordovícico, la gran glaciación que afectó al planeta durante el tercio final de este periodo acabó por remitir. Las grandes masas de hielo que cubrían los continentes se deshelaron y los ríos volvieron a ser funcionales. Desde ese mismo momento, todos los sedimentos que durante tanto tiempo habían permanecido sobre la superficie de los continentes sin sufrir ningún tipo de transporte, comenzaron a ser movilizados en masa por los ríos hacia las cuencas marinas y, en muy poco tiempo, enormes volúmenes de sedimentos arenosos alcanzaron el mar. Después se compactaron y, al cabo de millones de años, dieron origen a unas cuarcitas muy puras que reciben el nombre de Cuarcitas del Luna. Hasta hace muy poco, esta formación estaba integrada en la Formación Barrios. Sin embargo, un estudio detallado de ambas ha permitido esclarecer que se trata de dos formaciones diferentes, con orígenes muy distintos, separadas además por un dilatado lapso temporal.
