Aves típicamente forestales que viven en los robledales próximos; otras propias de áreas de matorral que revolotean entre los brezos; cientos de aviones precipitándose hacia la laguna sin apenas rozar la superficie del agua; familias de ánades azulones que se desplazan discretamente entre la vegetación de las orillas… Muchas aves encuentran en la laguna del Castro un buen lugar donde vivir y alimentarse, lo que la convierte en un paraje óptimo para los aficionados a la ornitología.