En el puerto de La Magdalena, sobre todo en la zona más próxima a Murias de Paredes, los relieves son suaves y las pendientes moderadas. Esto es propio de la cuenca de un río que apenas vence desniveles importantes, como el Omaña; su relieve es el resultado de los tiempos en los que por aquí fluían con tranquilidad los arroyos que cedían sus aguas a dicho río.