Los estromatolitos se forman en mares cálidos y poco profundos; de hecho, existen buenos ejemplos actuales de estromatolitos cerca de playas tropicales. Estas curiosas estructuras se deben a la acción de algas unicelulares y otros microorganismos que, si se dan las condiciones oportunas, forman colonias en el lecho marino. Estas colonias segregan una sustancia mucilaginosa en la que quedan atrapadas las minúsculas partículas carbonatadas que precipitan sobre el fondo. La colonia crece y, poco a poco, se van apilando distintas capas de algas unicelulares y sedimentos hasta que el conjunto alcanza un tamaño considerable y el fondo marino acaba cubierto por multitud de estructuras con forma de montículo, en las que, al seccionarlas, se aprecian las distintas capas que las constituyen.