Origen de los anillos de Liessegang
Las Cuarcitas del Luna son muy resistentes pero, aun así, presentan fisuras que afectan sobre todo a su superficie exterior (1). Por ellas puede circular agua derivada de las precipitaciones, que moviliza algunos elementos metálicos que forman parte de la composición de la roca, especialmente hierro (2). Desde las fisuras, el agua fluye con gran lentitud hacia el interior de la roca, donde deposita el hierro que lleva disuelto, siempre a una distancia equidistante de las fisuras, lo que explica el aspecto anular de los depósitos (3). El hierro es el responsable de los tonos rojizos.
