Los corales Alveolítidos mostraban una gran capacidad de adaptación a la morfología del sustrato, algo que resultaba muy útil en un arrecife como este, donde no abundaban las superficies libres y con frecuencia era necesario establecerse sobre el esqueleto de algún otro organismo muerto. También tenían la capacidad de cambiar rápidamente la dirección de crecimiento de la colonia cuando una parte era cubierta por el barro. Así, las colonias de los Alveolítidos pueden tener aspecto de lámina, de costra irregular, de bola, etc., y estar unidas a otros corales o esponjas, a los cuales se fijaron en su día.