En las hoces de Vegacervera pueden observarse numerosos ejemplos de marmitas de gigante en el lecho del río, pero también hay muchas por encima de este, colgadas a distintas alturas en las paredes que delimitan el cauce. Estas últimas se formaron cuando el río no estaba tan encajado como en la actualidad, y ahora evidencian que el cauce del río ocupó niveles más altos.