Los habitantes de Sena de Luna dan el nombre de los “Sierros Negros” a las laderas de La Serrona más próximas al pueblo. En ellas resultan muy patentes unas zonas oscurecidas, que contrastan con las calizas claras que las rodean. Estas zonas oscuras corresponden a “dolomitizaciones”, es decir, zonas en las que la caliza (compuesta por carbonato de calcio) se ha transformado en otra roca llamada “dolomía” (constituida por carbonato de calcio y magnesio).