Las rocas cretácicas de la provincia de León se agrupan en dos formaciones distintas: la Formación Voznuevo, constituida por areniscas, lutitas y conglomerados, y la Formación Boñar, que incluye básicamente calizas. En la Formación Voznuevo se reconocen distintas “secuencias”, en las que alternan una y otra vez capas de lutitas, areniscas y conglomerados, tal y como se muestra en la imagen. Las rocas de esta formación se depositaron en el entorno de un sistema fluvial, formado por ríos de cauce trenzado, que transportaban grandes cantidades de sedimentos y los depositaban en zonas muy próximas a una cuenca marina, en áreas que periódicamente podían inundarse.