Las fallas y los bloques
A lo largo de la historia geológica de la cordillera Cantábrica han tenido lugar dos orogenias, como consecuencia de la colisión de distintos continentes. Esto provocó plegamientos y fracturas en las rocas, algunas a gran escala, y otras de menor extensión. En el entorno de este sector del valle del Torío se generaron varias fracturas: tres de ellas dividieron el conjunto de calizas en cuatro bloques diferentes, que se desplazaron entre sí, por lo que dichas fracturas se denominan “fallas”. El desplazamiento de los bloques provocó que adoptasen una disposición escalonada, de modo que aparecen más elevados cuanto más oriental sea su ubicación.
