Los fósiles que aparecen en las lutitas de la parte alta de la Formación La Pedrosa son muy diferentes de los que contienen los “niveles de monstruos”. Aquí los organismos son mucho menores, con frecuencia corales solitarios que apenas alcanzan un centímetro de longitud. Esto significa que los cambios en las condiciones ambientales no afectaron solo a la naturaleza de los sedimentos, sino también a los organismos que vivían en el fondo de la cuenca marina, por lo que este es, además, un ejemplo de “bioevento”.