El 3 de junio de 2013, la laja de caliza se desprendió y destrozó el tramo de carretera situado bajo ella, lo que obligó a cortar el tráfico durante varios días y a tomar diversas medidas encaminadas a estabilizar la pared. Este suceso tuvo una notable repercusión mediática; sin embargo, se trata de un proceso normal y muy habitual en hoces como esta. Este tipo de desprendimientos forman parte de la dinámica natural de las hoces de Vegacervera y han contribuido, desde sus orígenes, a que exhiban su aspecto actual.