Justo a continuación de la megaduna, afloran varias capas de lutitas de tonalidades variables que, a simple vista, parecen mucho menos resistentes que las areniscas. Estas lutitas son muy ricas en fósiles microscópicos que han servido para datar estas rocas con gran precisión. Aunque no son abundantes, en ellas también es posible hallar unas estructuras circulares de hasta 6 centímetros de diámetro, con un estriado radial muy poco marcado; se trata de Astropolichnus, un fósil muy singular que ha ayudado a comprender cómo se depositaron estas rocas.